Internet está repleto de amenazas graves pero también está lleno de unos cuantos mitos sobre la seguridad de la información que es necesario que sean disipados. A continuación te mostramos los más clásicos:
Mito 1: El riesgo de ser atacado es mínimo
Internet es inmenso. ¿Por qué alguien querría atacar mi ordenador o mi teléfono? Las cosas en el mundo real pueden no funcionar así. Los ciberdelincuentes rara vez se sientan a deliberar cuál será su próxima víctima, los ataques se suceden a gran escala con la ayuda de herramientas automatizadas. Los ataques a ordenadores personales hoy día son sistemáticos y ejecutados por grupos bien organizados con una amplia red de recursos.
Mito 2: Las aplicaciones son más seguras que un navegador
Las aplicaciones crean una falsa sensación de seguridad. El porqué es todavía una buena pregunta cuya respuesta es mejor dejársela a los psicólogos, pero muy probablemente la razón radique en la falta del tradicional navegador vulnerable. La percepción de seguridad en torno a una aplicación es engañosa: están conectadas al mismo Internet de siempre, solo que con un envoltorio diferente.
Y para aquellos que creen que su teléfono es un refugio seguro de miradas entrometidas, estás equivocado. Hay cientos de ejemplos donde le damos nuestro permiso a una aplicación para que tenga acceso a cualquier cosa, desde nuestra galería de fotos a nuestra cuenta de Facebook. Facilitar el acceso a la geolocalización de nuestro teléfono también permite a las aplicaciones el saber con exactitud dónde estamos. De hecho, hay muchas más posibilidades de que alguien pueda rastrearte a través de tu teléfono móvil que desde tu ordenador de sobremesa.
Mito 3: Firewall + antivirus = protección total
Está garantizado, un antivirus y un firewall hacen que sea más difícil para un intruso el meter sus manos en tu información, pero además necesitarás tomar medidas protectoras. Mantener tu software actualizado y parcheado contra vulnerabilidades es una de esas medidas, pero incluso más importante para estar seguros son las elecciones que tomes como usuario.
Mito 4: Yo no tengo ningún dato sensible
Puede que pienses así, pero es altamente probable que sí los tengas. Contraseñas o frases clave, direcciones, números de teléfono, información de tarjetas de crédito y otros datos suelen estar almacenados en la caché de tu ordenador. Es también muy fácil trazar un perfil con solo leer tu correo electrónico o al examinar tu historial de navegación. De hecho, es una técnica de acercamiento bastante común entre los cibercriminales.
Mito 5: Mac, el Seguro
Lo creas o no, el primer virus se encontró en un Mac. Sucedió en 1982 y el programa era Elk Cloner. Aunque desde entonces, Apple ha alimentado la reputación de la imbatibilidad de sus ordenadores ante intrusiones y malware, este es un mito que surge por el mayor rival de Apple y su sistema operativo, Microsoft Windows, quien ha sido extremadamente vulnerable de manera bastante frecuente. Así que, si bien es verdad que Mac ha sido más seguro si lo comparamos, están muy lejos de ser invencibles. Es ahora, con el aumento de la popularidad de la plataforma macOS que los problemas han salido a la superficie. La primera señal de aviso apareció en 2004, cuando se descubrieron unas 30 vulnerabilidades. Hoy, macOS es un objetivo deseable ya que los usuarios todavía viven con la idea de que sus Macs son seguros y de que no tienen por qué molestarse en protegerse.
Mito 6: Mi Wifi no puede hackearse si la escondo
Es cierto que la mayoría de los rúters te dan la opción de hacer tu red ‘invisible’. Esto hace creer a la gente que, ya que nadie puede ver sus redes, nadie desde el exterior puede hackear la conexión. Si alguien quisiera hackear tu Wifi, es bastante probable que tengan las competencias técnicas para saber que la mayoría de las redes están escondidas y cómo volverlas visibles, incluso aunque hayas ocultado el nombre.
Mito 7: Los servicios de almacenamiento en la nube no son seguros
Nos han llegado noticias sobre muchos ataques a las nubes digitales y de cuán inseguras son. Aunque a tener en cuenta, muy pocos de estos ataques se deben a su pobre protección. La mayoría de las filtraciones se deben a usuarios víctimas de ataques phishing. Una vez más, el problema vuelve a estar entre la pantalla y el asiento. Sin embargo, es importante comprobar que los servicios que uses en la nube tengan el tráfico cifrado y un acuerdo de licencia con el usuario final (EULA, por sus siglas en inglés) . No existe eso de ‘servicio gratis’ y, en el caso de la nube y los servicios de almacenamiento, estás pagando por ellos al tener tu información personal explotada y lista para vender a anunciantes y otros compradores.
Mito 8: El software de protección ralentiza mi ordenador
Esto solía ser verdad. Los software de antivirus podían ralentizar la máquina hasta un 50%, lo que convertía su uso diario en algo tedioso. Los software modernos son mucho más ligeros en cuanto a consumo de recursos se refiere, mientras que los ordenadores y teléfonos se han vuelto más potentes en los últimos años. El rendimiento del software de seguridad es monitorizado y optimizado continuamente y hoy día, lo más seguro es que ni te percates de que tienes un software de seguridad instalado.
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