¿Qué son los bots?
Los bots son aplicaciones que han sido programadas para realizar tareas determinadas, automáticamente y sin interacción humana. Sus acciones son frecuentemente repetitivas y, por lo mismo, adecuadas para programas de computador. Los bots son capaces de realizar tareas mucho más rápido y en mucho mayor cantidad que los seres humanos.
Se estima que cerca de un 50% de todo el tráfico web consiste en la actividad de los bots. Además que hay una gran variedad de ellos, por ejemplo, algunos llevan a cabo tareas beneficiosas que ayudan a los usuarios y a las empresas. Estos serían los bots de búsqueda en la web, los para el chat y los bots de monitorización etc.
Sin embargo, también existen innumerables bots malignos diseñados para llevar a cabo actividades ilegales o cuestionables, con gran eficiencia y además en grandes cantidades. Un ejemplo son los bots que realizan ataques DDoS, escanean datos y burlan las medidas de seguridad y los bots de las cuentas falsas.
Cómo detectar cuentas falsas
Porqué se crean cuentas falsas? Algunas están hechas para ser satírico anónimamente, otras para estafar gente o para divulgar noticias e información falsa. Muchas cuentas de este tipo son manejadas por bots. Ellos pueden hacer likes, compartir cosas y hacer comentarios en las redes sociales, como lo hace cualquier otro perfil. Dado que son automatismos pueden continuar operando 24/7. Los bots de cuentas falsas son un gran problema especialmente en Twitter.
Sin embargo, no todos los perfiles del internet dirigidos por bots son siempre cuentas falsas. Algunos bots están destinados a ser vistos como bots y sin la intención de confundir a la gente. Las cuentas falsas por su parte, están destinadas a ser percibidas como si fueran de usuarios u organizaciones reales y sus acciones como si provenieran de una fuente legítima.
Dado que las cuentas ficticias parecen ser dirigidas por personas reales, son difíciles de detectar, no obstante, hay algunas señales que usted puede percibir. Por ejemplo: si el perfil publica con frecuencia y a toda hora, es muy reciente, tiene letras y números aleatorios en su nombre de cuenta, prácticamente no tiene foto ni biografía o si sigue un cierto patrón comparable con otras cuentas.
Estos bots se infiltran en las redes sociales de manera muy efectiva. Muchos de ellos tienen un aspecto bien real, éso los convierte en una herramienta letal para muchos propósitos. La mayoría de la gente no se percata de las cuentas falsas e interactúan con ellas en vez de interactuar con gente real en las redes sociales.
Trolling
El trolling es la publicación de comentarios polémicos para provocar una reacción de ira e iniciar peleas. Claro que no es practicado sólo por los robots, sino los seres humanos pueden “trollear” igual de bien. Los comentarios de los trolls son ofensivos, agresivos, estúpidos o pueden parecer ignorantes. Especialmente en conversaciones políticas representan algún extremo. El trolling trata de hacer parecer ridículo a alguien o a algo. Pueden representar cualquier punto de vista, siempre y cuando provoquen comentarios.
El trolling es una forma muy eficaz de difundir rumores y desinformación, crear tensión entre los diferentes partidos, alterar la opinión pública y distorsionar el chateo. Imagine que hay millones de perfiles falsos dirigidos por bots y que son mucho más rápidos que los usuarios para compartir y comentar en las redes sociales. Eso representa una herramienta muy poderosa o incluso un arma para manipular la opinión pública. ¿Usted cree que suena como algo orwelliano? Pues es la realidad hoy en día.
No alimentes a los trolls
No olvide que los trolls no están interesados en tener una conversación real y que su objetivo es crear una conversación colérica en la medida de lo posible. Un troll no está interesado en ganar la discusión y si usted empieza a discutir con el troll, éste ya ha ganado. Debido a que lo que el troll busca es una alta audiencia, entablar una conversación con él es hacer exactamente lo que él quiere. La única forma inteligente de tratar con un troll es ignorarlo. Como dice el viejo refrán: no alimente a los trolls.
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