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La cámara web: un ojo indiscreto en manos de black hat hackers

Luciana Marques

06.06.17 3 min. de lectura

Las cámaras están presentes en nuestra vida cotidiana: instalamos cámaras de seguridad en nuestro hogar, nuestro smartphone cuenta con una o dos, y por supuesto, la cámara de nuestro ordenador o portátil. Su uso está interiorizado en nuestra rutina de tal manera que no nos planteamos que alguien extraño pudiera estar observándonos a través de ellas.

Pues bien, la realidad es que la webcam de nuestro portátil o de la pantalla con la que navegamos está expuesta a que ciberdelincuentes obtengan nuestra imagen mientras hacemos vida normal. Pero, guardemos la calma. Para que esto suceda, nuestro ordenador tendría que estar infectado con un malware y así, los black hat hackers puedan acceder a ella y controlarla a placer. Para evitar esta horrible situación es fundamental que nuestra cámara esté protegida con una contraseña segura.

Pero una vez infectado, existen programas en manos de estos delincuentes que permiten ganar el control de nuestro ordenador: ejecutar programas, instalar un malware, robar información o grabar imágenes a través de la cámara.

En nuestra mano está que la webcam de nuestro ordenador no caiga en poder de extraños. Un simple gesto, como tapar la lente de la cámara con un trozo de cinta adhesiva cuando no la estemos usando puede ahorrarnos algún disgusto. De hecho, Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, que ya mostró su preocupación por la amenaza de espionaje a través de las cámaras instaladas en los ordenadores y portátiles, así como a través del micrófono que también llevan incorporado, hizo uso de este truco.

Para celebrar los 500 millones de usuarios en Instagram, Zuckerberg publicó una fotografía en las redes sociales donde se podía apreciar la cámara de su portátil, así como la entrada de audio, tapados con esta cinta. Un remedio casero pero útil ante una amenaza real.

¿Puede un ciberdelincuente acceder a nuestra webcam?

Existen en la actualidad programas, tanto para móviles como para portátiles, que se utilizan para controlar de manera remota una webcam, sin embargo, deben instalarse en el dispositivo del usuario sin que éste se percate de ello. Otra forma de hacerlo es a través del troyano, un tipo de malware que se instala a través del usuario pero sin que sea consciente de ello, por ejemplo, disfrazado de un archivo PDF o un documento.

Ahora que a conocemos la amenaza y cómo se lleva a cabo, ¿qué podemos hacer como usuarios para proteger nuestra webcam? Lo más importante es conseguir un buen antivirus, así como optar por una cámara que cuente con medidas de seguridad extra como, por ejemplo, la luz LED incorporada que nos avisa si está encendida o no. Además, podemos acceder a su programa de control y deshabilitar la opción que permite que pueda activarse a distancia. Por no decir que debemos estar seguros de que nuestra red wifi sea segura.

Otros pequeños consejos a seguir son tan sencillos como desactivar la cámara cuando no vayamos a usarla o desenchufarla de la red, en el caso de que sea externa. Y si no estamos usando nuestro portátil, es mejor mantenerlo cerrado, así la cámara estará protegida. Aunque también podemos seguir el ejemplo de Mark Zuckerberg y comprar un rollo de cinta aislante.

Luciana Marques

06.06.17 3 min. de lectura

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