Un problema suficientemente grande como para ser resuelto por la IA y la “inteligencia de grupo”
¿Podríamos finalmente estar a punto de cumplir lo que promete la inteligencia artificial (IA)? En su discurso en Slush 2019, Mikko Hypponen, director de investigación de F-Secure, reveló que actualmente estamos en condiciones de avanzar significativamente en el uso de la IA. Ésto mediante la aplicación de un tipo de pensamiento grupal al aprendizaje de las máquinas.
Mikko recordó haber leído un artículo en una revista finlandesa en que se mencionaba que la tecnología similar a la IA estaba ya “a la vuelta de la esquina”, esas palabras fueron publicadas en abril de 1983.
Hoy en día, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial están progresando más rápido que nunca. Sin embargo, la mayor parte de la discusión sobre la IA todavía tiende a girar en torno a lo que Mikko llama “el estereotipo” de la “inteligencia sobrehumana”: es decir, computadores que piensan o actúan casi como los humanos, pero de manera sobrehumana.
“Sin embargo, tal vez ese no sea el enfoque adecuado”, recalca el experto, “tal vez podríamos hacerlo mucho mejor”.
Blackfin es un nuevo proyecto de F-Secure. Su objetivo es replantearse las posiblidades de la inteligencia artificial aplicando la llamada inteligencia colectiva. Ella podría imitar las habilidades colectivas manifestadas en el comportamiento cooperativo de los animales, como por ejemplo en los bancos de peces, las bandadas de aves o las colonias de hormigas.
Mikko propone que podríamos aprovechar esta “inteligencia de bandada” para mejorar la forma en que manejamos uno de los problemas más grandes de la tierra, la ciberseguridad.
Un problema de dimensiones
“Si hacemos bien nuestro trabajo, ése es invisible”, explica Mikko. Él compara la seguridad informática a nivel mundial con Tetris, el clásico juego de video: “Sus éxitos desaparecen, pero sus fracasos se acumulan”.
Por desgracia, las oportunidades de fracasar son numerosas, ya que los profesionales de la seguridad virtual “tienen que luchar contra enormes cantidades intentos de ataques y millones de ataques de malware”.
La lucha contra la ciberdelincuencia a este nivel y que además no tenga repercusiones para las personas y las empresas, representa un enorme desafío tecnológico.
El experto finlandés cita a Gustav Söderström, director de I+D de Spotify, quien dijo en Slush: “Tienes que tener un problema bastante grande para que la inteligencia artificial tenga sentido como solución en sí”. La ciberseguridad es “un problema bastante grande”, añade Mikko.
La sabiduría de la manada
F-Secure aplicó por primera vez el aprendizaje de máquinas a la ciberseguridad ya en el 2005. “Eso si no lo denominamos ‘inteligencia artificial’ porque somos finlandeses, lo llamamos de manera mucho más aburrida”, explica Mikko”.
La forma en que la empresa y otras empresas de ciberseguridad han utilizado el aprendizaje automático es correlacionando y conectando los datos recopilados de un gran número de endpoints.
“Cuando utilizamos estas nuevas funciones de inteligencia de grupo y además utilizamos la inteligencia de un agente determinado, surgen comportamientos más sofisticados y capacidades mucho más avanzadas”.
Él señala que los beneficios de esta tecnología podrían ser útiles en múltiples áreas como la logística, la energía y, por supuesto, la ciberseguridad.
“Si agregamos al aprendizaje basado en agentes cosas como mecanismos de aprendizaje federado., entonces ya no se trata sólo de la inteligencia de un agente en particular”.
Al estar conectados en red, los agentes podrían intercambiar datos para mejorar la toma de decisiones y si ellos además pueden conectarse a la nube, los datos compartidos elevan aún más la eficacia del grupo. Sin embargo, la conexión a Internet, que puede no estar disponible por muchas razones, por ejemplo, a causa de un ataque de malware, no es necesaria.
“Los mecanismos de aprendizaje tipo federados funcionan mejor estando conectados a la red, aunque no la necesitan”, recalca Mikko. “Uno solo ya es bueno. Muchos trabajando en conjunto son incluso mejor”.
El futuro es ahora
En F-Secure utilizamos la inteligencia de grupo en nuestro servicio de Detección y Respuesta rápidas. “Ya hemos evitado que los agentes dén falsas alarmas”, explicó Mikko.
Debido a la escasez de profesionales de la ciberseguridad y los constantes ataques cada vez más sofisticados, cualquier cosa que ayude a centrar los recursos existentes hacia los problemas reales y más urgentes, es una ventaja para las empresas.
“El proyecto ya funciona y este es el sólo el comienzo de una iniciativa de varios años”.
¿Quiere saber más sobre el Proyecto Blackfin?
Vea este post “como llegamos aquí” por Matti Aksela, quien encabeza nuestro centro de excelencia en inteligencia artificial.
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